Café y tomates del 10 de diciembre de 2015

Lectura: Tomates verdes fritos de Fannie Flagg

Para finalizar 2015 leímos y merendamos Tomates verdes fritos, ambas: lectura y degustación, deliciosas.

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La novela, fragmentada en capítulos cortos, se deja leer, aunque a veces despisten un poco los saltos en el tiempo que supone la narración de las dos historias que en ella se cuentan: la de Evelyn y su anodina vida de ama de casa en plena crisis de los 50, y la que le cuenta Ninny, una anciana que vive en el mismo asilo que la suegra de Evelyn, y que, como la Sherezade de Las mil y una noches, no solo consigue atraer su atención con sus historias, sino también despertar su autoestima.

Tomates verdes fritos es una  novela coral que nos muestra en una de estas historias las duras condiciones de vida en Whistle Stop, un pequeño pueblo Alabama, durante la Gran Depresión americana. Una vida cuyos detalles quedan reflejados con mucha gracia y sentido del humor en las noticias de la gacetilla semanal Dot Weems. 

La novela también es un historia de amor, de amor entre mujeres: Idgie (Ninny) y Ruth, dos jóvenes que inician su relación tras el asesinato del esposo de esta última. Aspecto que queda desdibujado en la película del mismo título, donde la relación amorosa es sustituida por una relación de amistad. Lo que no deja de sorprender pues la guionista de la película fue la misma autora del libro.

La novela mantiene el interés hasta la última línea, con un final sorprendente, en el que termina la historia y el pueblo.